Monja y poetisa. Ingresa en el Convento Benedictino. El reinado de Otón I de Alemania visita Córdoba con una comitiva para honrar a Abderramán III. De este viaje recibe información directa a través de un testigo, incluso otros piensan que ella formó parte de la embajada, pues llega a afirmar de Córdoba “ Córdoba, ornato del mundo”. Se considera la primera poetisa alemana, escribe 8 leyendas, 6 dramas y dos textos históricos.
Al ser canonesa, tenía su propio patrimonio y dispone de criadas,las canonesas no pierden su estatus social sin estar obligadas a casarse. Puede tener una vida en la corte, viajar y formarse intelectualmente de manera continua. Esta regla concedía estos privilegios a las mujeres que sin tener que hacerse monjas evitaban el matrimonio, acatando la obediencia y castidad.
En el convento desde muy joven recibe el cuidado y dirección de Gerberga (hija de Enrique I y sobrina de Otón I, benefactor del convento), una de las mujeres con mejor educación de su tiempo y luego sería también abadesa (959-1001). Se preocupa del desarrollo del talento literario de Roswita. Su poesía se descubre en un monasterio benedictino en Ratisbona y se publica en 1501.
La leyenda sobre el joven San Pelagio de Córdoba, lo relata en 414 versos con informaciones de testigos presenciales. Fue contemporáneo de ella, de ahí su realismo.
Se considera una poetisa que asiste en directo a los acontecimientos históricos políticos y culturales (escribe una epopeya cantando las hazañas de Otón I desde 919 hasta el 962, el propio Otón le encarga el trabajo y ella se encarga de ser su cronista)
Se subraya el respeto y apoyo entre el grupo de mujeres que formaban el conjunto de actrices y cantoras que representaban sus obras, todo un ejército de damas dedicadas a la enseñanza a través del teatro, con una escuela de distintos oficios como el de costureras para crear los vestuarios.
Traducción de sus obras completas en 2005 por Rosario Moreno Soldevila y Juan Martos.
Su calle está cerca de la Estación de Autobuses.