PEPITA PATIÑO

Nace en Posadas. Muere en Córdoba a los 91 años. Es la protagonista de la historia que inspiró “La voz dormida” de Dulce Chacón.

Vive en una residencia hasta el final de sus días (en la Residencia de los Dolores). Enamorada de Jaime Cuello, nacido en Alcaracejos, comunista del que se enamora cuando ella tiene 19 años (1943) y él estaba en la cárcel que ella visitaba para ver a su tío en la prisión de Córdoba. Él se echa al monte y ella se convierte en el enlace del «maquis» pasando mensajes y devolviendo órdenes escritas en papel de fumar.

Tras una redada de la Guardia Civil él es apresado y esta vez estuvo detenido durante 20 años. Ella lo visitará durante 17 años en la prisión de Burgos, mientras trabaja de criada. Con la muerte de Juan XXIII en 1960 llega un indulto y se casan en Madrid (no los querían casar, pero al final accede un cura muy viejo). Conviven menos de una década en Córdoba hasta que Jaime muere de cáncer en 1976 (vivían en una casa en La Fuensantilla, entre final de Ollerías, Ronda del Marrubial y Avda Almogávares) .No pudieron tener hijos. Ella confiesa: “Es como si el libro nos hubiera vuelto a reunir”, al publicar la novela. María León e Inma Cuesta pasaron varios días junto a ella para preparar los papeles de Benito Zambrano. Ganan el Goya ( a la mejor Actriz Revelación a María León) y lo dedica a “todas las Pepitas del mundo y a Pepita Patiño, que tiene 88 años y vive en Córdoba, por ser mujeres que han aprendido a perdonar pero no olvidan”

Ella explica en una ocasión: “todo fue por amor”